ACELERADORAS EN ESPAÑA: ¿CUALES SON LAS PRINCIPALES, CÓMO FUNCIONAN Y… HAY DEMASIADAS?

 

Hace diez años no sabíamos ni lo que eran, pero ahora no vemos otra cosa. Nos referimos a las aceleradoras, esas instituciones que se encargan de acoger (incubadora mediante o no) a una serie de startups y acelerar su crecimiento y que según los datos de Startupxplore hay casi 100 en España (entre incubadoras y aceleradoras).

Hay muchos tipos de aceleradoras, pero casi todas cumplen con una premisa básica: coger a la startup en su etapa casi inicial y ayudarla en la configuración de su modelo de negocio, su estrategia de captación de clientes, sus posibilidades de crecimiento e incluso su captación de financiación.

¿Por qué existen las aceleradoras? Las respuestas son sencillas. En primer lugar, por el creciente interés de muchas instituciones (tanto públicas como privadas) por el mundo emprendedor y tecnológico. En segundo lugar, y este es el motivo más importante, porque, ante la ingente proliferación de proyectos emprendedores en el ámbito tecnológico en nuestro país, no parece una mala idea que surjan iniciativas que ayuden a los emprendedores a convertir su boceto de idea en un negocio rentable y, por qué no, escalable.

¿Qué diferencias hay entre aceleradora e incubadora?

Es una de las primeras dudas que nos surgen a todos: ¿qué es una aceleradora? ¿Y una incubadora? ¿Son la misma cosa? ¿Se pueden complementar? Aunque algunas iniciativas toman elementos de ambos modelos, sí que podemos establecer una diferencia básica que suele cumplirse: mientras una incubadora no tiene por qué ir más allá de ser un espacio físico con algunos servicios básicos que acoja astartups en fases iniciales o incluso ideas a un precio reducido, a una aceleradora se le presupone un grado más avanzado.

De entrada, una aceleradora es, como su propio nombre indica, una iniciativa destinada a que cualquier compañía acelere su desarrollo y su crecimiento, lo que implica que se trata de startups en fases más avanzadas. Mediante un programa de un tiempo establecido y un proceso de admisión competitivo, la startup recibe la formación adecuada para dar forma a su idea, establecer un modelo de negocio,diseñar y probar su escalabilidad, conseguir clientes, captar financiación, etc.

aceleradoras

¿Cuáles son las principales aceleradoras españolas?

Como hemos dicho, el nacimiento de aceleradoras/lanzaderas/incubadoras (que no son lo mismo, aunque puedan compartir algunos puntos) es un fenómeno en auge, con lo que los emprendedores cuenta con un abanico de posibilidades cada vez más amplio. Algunas (sólo algunas) de las aceleradoras más importantes de nuestro país son las siguientes:

Seedrocket (Barcelona/Madrid)

Nacida en 2008, Seedrocket es una de las más reputadas, y basa casi toda su actividad en Barcelona (aunque con algún programa también en Madrid) y sigue el método clásico de aceleración: acoger a las startups desde su nacimiento hasta su despegue, todo ello con una serie de mentores que se encargan de asesorar a todas las compañías y ayudarles en su crecimiento. Con más de 10 campus a sus espaldas, los datos de Seedrocket hasta el momento son más que positivos, y así lo demuestra la infografía que difundieron el año pasado con varios de sus principales hitos.

Infografia_seedrocket-web

Si te interesa el modelo de Seedrocket, estás de enhorabuena: están en pleno proceso de selección de startups para su nuevo campus.

Wayra (12 países)

Wayra es la apuesta corporativa de Telefónica por el emprendimiento tecnológico. Con el empuje que supone el apoyo de una gran compañía, esta aceleradora cuenta con programas de aceleración en doce países de todo el mundo, lo que la convierte en una de las iniciativas más prometedoras y globales dentro del sector.

Lanzadera (Valencia)

Su actividad es medianamente reciente, pero ya se ha hecho notar. Lanzadera es el proyecto personal de Juan Roig, fundador de Mercadona, y la evidencia de su interés por estar cerca de las startups y apoyarlas casi desde su nacimiento. En apenas tres años, Lanzadera ha conseguido dos cosas muy importantes: en primer lugar, aportar un nuevo grueso de financiación para los proyectos emprendedores de nuestro país y de corte no exclusivamente online; en segundo, ayudar (junto Plug and Play) a desmitificar eso de que en España, si uno quiere emprender de manera relevante, tiene que estar en Madrid o Barcelona.

Conector (Barcelona/Madrid)

Una de las últimas en nacer en nuestro país y con más fuerza, y lo hace de la mano de reconocidos emprendedores e inversores como Carlos Blanco, Xavi Verdaguer o el televisivo Risto Mejide, entre otros. Con su llegada, Conector añade una novedad en nuestro país: su especialización. Y es que, aunque su modelo de Barcelona sigue la línea horizontal del resto de aceleradoras, la reciente apertura del espacio en Madrid se enfoca más en el gaming.

Plug and Play Spain (Valencia)

Otra de las gratas sorpresas que nos llegan desde Valencia. Plug and Play Spain es el puente tecnológico de su homólogo americano, y no sólo supone un excelente ámbito de aceleración para cualquier startup. Además, constituye un puente directo entre España y Silicon Valley que puede resultarte muy interesante si crees que el futuro de tu proyecto pasa por la Meca mundial del emprendimiento tecnológico.

 Business Booster (Valencia)

El trío valenciano se completa con Business Booster, una de las primeras aceleradoras en nacer que, al igual que las demás, no sólo ofrece a las startups todas las herramientas para su crecimiento, sino que también les ayuda a encontrar financiación gracias a su red de inversores asociados y su fondo Sinensis.

Si quieres llevar tu startup a esta aceleradora, ¡corre, tienes hasta el próximo 20 de abril!

Impact (Europa)

Otra que ha llegado hace poco, pero con un enfoque también muy interesante. Impact es el iniciativa del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet (ISDI) y añade también un valor de especialización: Impact acoge a startups de toda Europa, pero se centra en el aspecto exclusivamente móvil.

Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay muchos más.

La pregunta del millón: ¿hay demasiadas aceleradoras en España?

Es una de las preguntas que más se hace últimamente en el sector emprendedor español: ¿hay demasiadas aceleradoras en nuestro país? ¿Hemos pasado en poco tiempo de no contar con ninguna a contar con demasiadas? ¿Aportan valor añadido las últimas que han surgido? ¿Tiene sentido que surjan nuevas aceleradoras a niveles autonómicos y locales si no van a aportar gran cosa a las startups más allá de una zona física de trabajo?

Opiniones habrá para todos los gustos, evidentemente, pero no han sido pocas (ni poco importantes) las voces que sí han apuntado a una posible saturación de aceleradoras. Seguramente el primero fue el inversor Luis Martín Cabiedes, que en su momento señaló el aparente desajuste entre el creciente número de aceleradoras y el déficit en el número de startups aptas para dichas aceleradoras:

“En España hay demasiadas incubadoras… y muy pocos huevos”

La frase no pudo ser más carismática, desde luego, y ha sido replicada en varias ocasiones por emprendedores e inversores de toda clase. Hasta tal punto, que en la pasada edición del Salón MiEmpresa hubo incluso una mesa redonda así titulada (a partir del minuto 7):

Como decimos, podemos discutir todo lo que queramos sobre si el número de aceleradoras en nuestro país es demasiado, suficiente o incluso insuficiente. Pero, para avanzar en el debate, asumamos, por ejemplo, que, en efecto, el número sea demasiado elevado teniendo en cuenta el volumen de emprendimiento tecnológico y no tecnológico en nuestro país.

En ese caso, ¿qué se puede hacer? ¿Cerramos aceleradoras? O las que vayan naciendo, ¿qué valor real pueden aportar al ecosistema? En mi opinión, el valor podría venir en dos direcciones:

1.- Localización geográfica.

No seamos endogámicos: las startups no sólo nacen en Madrid o Barcelona. Y, a la hora de elegir una aceleradora, tampoco parece lógico que todas las compañías, hayan nacido donde hayan nacido, tengan que plantearse mudarse a una de esas dos ciudades. Incluso si ampliamos el espectro a otras ciudades como Valencia o Sevilla, parece evidente que aún queda mucha España sin cubrir.

Por ello, ¿puede tener sentido que estén naciendo diversas aceleradoras a nivel autonómico, provincial y local? La respuesta, como casi siempre, depende. ¿De qué depende? Básicamente, de que no sólo vayan destinadas a cumplir el adorno político con el que todos los partidos revisten este tipo de iniciativas (sobre todo si nacen bajo el paraguas de lo público).

Si las nuevas aceleradoras más localizadas tan sólo ofrecen a las startups unas oficinas gratis dentro de un edificio sin uso, no parece que sean demasiado necesarias, ya que seguramente sean las propias startups las que, de manera independiente, se aglutinen entre sí en espacios privados. Ahora bien, si los impulsores de estas aceleradoras realmente consiguen una buena red de mentores, se centran en ayudar a las compañías y logran crear un verdadero valor añadido, las nuevas aceleradoras habrán cumplido su objetivo.

2.- Especialización.

Ya lo vimos antes con ejemplos como Conector, Impact o –más recientemente– Orizon. Si las aceleradoras generalistas parecen copar ya todo el país, ¿no tendrá cierto sentido que surjan nuevas iniciativas centradas en acoger y apoyar startups de un sector de actividad concreto?

Al fin y al cabo no sería nada nuevo, ya que en Estados Unidos, donde casi hay más aceleradoras que empresas, este modelo ya se está llevando a cabo con bastante éxito. De seguir haciéndose en España, siempre que haya nicho y demanda, las posibles ventajas serían evidentes: por un lado, las startups tendrían unos mentores totalmente expertos en su terreno; por otro, las propias aceleradoras obtendrían un plus de imagen y prestigio entre todas las compañías de su sector, ya que seguramente se convertirían en la opción favorita.

De todos modos, está todo por ver: ¿surgirán nuevas aceleradoras de ámbito local y regional? ¿O se irán esfumando a medida que los políticos pierdan el interés por los emprendedores? ¿Veremos nuevas aceleradoras especializadas en un sector concreto? ¿O no tendremos nichos suficientes para abastecerlas a todas? ¿Acabará cerrando alguna de las aceleradoras generalistas que conocemos ahora mismo?

Dentro de unos años quedamos y observamos qué ha pasado.

 

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